Caceroladas y manifestaciones en Madrid y Valencia contra los alcaldes


Más de medio centenar de antidisturbios han tratado de disolver la sentada de los 'indignados' del 15M en la calle Sacramento, con la que pretendían impedir la salida de los coches oficiales, entre los que se encuentra el del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, una vez finalizado el Pleno de constitución en la Casa de la Villa.

Sobre las 13.15 horas han llegado hasta la calle Sacramento personal de refuerzo tanto de la Policía Municipal como Nacional para tratar de disolver la concentración, que ocupaba toda la calle. Los agentes han tratado de sacar a los cabecillas, sentados junto a la salida del aparcamiento donde están los coches oficiales, arrastrándoles de pies y manos.

Todo ello bajo los gritos permanentes de "vergüenza", "los ladrones están ahí dentro en la Casa de la Villa" y con cánticos a los policías como "no te pagamos para que pegues". Poco a poco se han ido sumado manifestantes que durante la jornada habían estado apostados en distintos puntos de la calle Mayor, cortada por la Policía. La concejala de IU Milagros Hernández se ha sumado a la protesta de la calle Sacramento pasadas las 13.30 horas.

Manifestaciones en Cibeles

Unas horas después, unos 200 'indignados' se manifestaron en la plaza de Cibeles de Madrid, causando gran número de problemas en la circulación por el centro de la capital, con atascos hasta la plaza del Callao por las calles Alcalá y Gran Vía.

Los 'indignados', que estaban convocados por el movimiento 15M a manifestarse frente a las casas consistoriales de todo el país coincidiendo con la celebración de los plenos de constitución de las nuevas corporaciones municipales, se han concentrado en la pequeña plaza que hay frente al Palacio de Telecomunicaciones. Controlados por la Policía, simplemente se han limitado a manifestar su descontento con el actual sistema de representación parlamentaria.

Camps y Barberá tampoco se libran de la cacerolada

La reelegida alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha estado acompañada por el presidente Camps en su acto de investidura en el que ha hecho un alegato a favor de la clase política, que, según ha dicho, es la primera interesada en "alzar la bandera de la regeneración de la vida pública".

Barberá, que ha agradecido a Camps su "amor por Valencia", ha formado la nueva Corporación municipal -formada por PP, PSPV (con ocho concejales), Compromís (tres) y Esquerra Unida (dos)- en medio de un amplio dispositivo policial.

Varias dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía mantienen rodeado el edificio consistorial desde primera hora de la mañana ante la presencia de dos centenares de simpatizantes del movimiento 15-M que protagonizan una sonora cacerolada que ha podido ser escuchada en varias ocasiones dentro del Ayuntamiento.

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