Semana de alta tensión en el mercado de materias primas. El pánico y los movimientos en masa de los inversores dejan tras de sí una profunda cicatriz en los gráficos de precios de barril de petróleo, oro, plata, petróleo y la mayoría de materias primas. El pasado lunes, de madrugada, la cotización de la plata experimentó un colapso en su cotización por la venta de contratos de grandes inversores y, durante algunos minutos, llegó a negociarse con caídas del 12%.
El episodio, lejos de convertirse en algo circunstancial, se ha perpetuado durante toda la semana en los mercados financieros. La cotización de la plata, el metal de moda y que más ha subido en los últimos meses, ha caído desde los 48 dólares a poco más de 36 al cierre de la semana, lo que representa un descenso del 33% en unas pocas sesiones. Lo hace, eso sí, después de duplicar su precio en el último año. Y de alcanzar máximos históricos. Sólo durante la última década se ha revalorizado un 1.000%, pasando de 5 a rozar los 50 dólares.
Detrás del colapso de este activo en los mercados se encuentra el movimiento especulativo del mercado, con cierre de posiciones compradoras por parte de los fondos de inversión, así como el dato de PIB del primer trimestre en EEUU, que se situó en el 1,8% frente al 3,1% del cuarto trimestre de 2010. El cambio de marcha de la mayor economía del mundo ha lanzado un jarro de agua fría a quienes esperaban más subidas. Al tiempo se ha convertido en el arma definitiva para los hedge funds que se estaban posicionándose a la baja sobre el metal.
En la misma línea, el oro se ha embarcado en una carrera alcista desde 2001 que todavía no ha concluido. Esta semana, el metal dorado se ha depreciado un 4%, hasta 1.491 dólares, pero ha multiplicado su precio por siete en diez años y se alza más del 20% a 12 meses. La subida del precios del oro y otros metales precisos responde, en primer lugar, a la demanda de joyería desde países asiáticos de elevado crecimiento.
"Después, a la demanda de inversión. Además de la demanda especulativa, que a diferencia de 2009, en 2010 fue un factor importante pero no el más relevante. Por último, está la demanda como materia prima que son. Con un fuerte aumento de la demanda, la oferta ha mantenido una postura más rígida. Incluyendo la no renovación de las ventas de reservas en oro desde el FMI y los bancos centrales de países desarrollados", apunta José Luis Martínez, estratega en España de Citigroup.
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