La luna más grande de Saturno, Titán, se ha convertido en un importante foco de atención para los científicos debido a su densa y compleja atmósfera, su clima y la presencia de lagos y mares en sus polos. Precisamente, desde hace más de dos décadas, los investigadores acarician la idea de que bajo la helada superficie del satélite natural se escondan lagos e incluso mares enteros de hidrocarburos en estado líquido, convirtiendo así a esta luna en el segundo mundo del Sistema Solar -el primero es la Tierra- capaz de mantener masas líquidas en su superficie. Hasta la fecha, los datos recogidos por la sonda Cassini, que lleva siete años en órbita alrededor de Saturno, habían sido suficientes para deducir la presencia de grandes lagos, concentrados especialmente en los alrededores de ambos polos, aunque no de océanos. Sin embargo, una observación más detallada de la información proporcionada por la sonda realizada por un grupo de investigadores del Observatorio Real de Bélgica en Bruselas sugiere que sí, que es más que posible que exista un gigantesco océano bajo su superficie. La investigación aparece publicada en arXiv.org.
Cuestión de inercia
La evidencia proviene de la observación de la órbita y la rotación de Titán. La luna de Saturno tiene una órbita similar a nuestra Luna: siempre presenta la misma cara hacia Saturno y su eje de rotación se inclina unos 0,3 grados. Estos datos permiten a los investigadores calcular su momento de inercia, que solo puede explicarse, según deducen, si Titán tuviera un enorme océano bajo su superficie helada.
Los científicos no encuentran otra explicación para el extraño momento de inercia de Titán, aunque también es posible que la órbita de este mundo esté cambiando porque haya sufrido un cambio reciente debido a un objeto grande que ha pasado muy cerca, como un cometa o un asteroide.
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