Zapatero da otro golpe a los trabajadores al aceptar que se moderen los salarios

Insurgente.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha escrito una carta al presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en la que respalda ajustar los salarios a la productividad, una de las medidas incluidas en el Pacto por el Euro que aprobarán este viernes los líderes de la Eurozona a petición de Alemania.

"Debemos centrarnos principalmente en eliminar las rigideces de las economías domésticas. Esto implica prestar atención al mercado laboral, alineando salarios y productividad, e incrementando la empleabilidad y la formación de nuestra fuerza laboral", afirma Zapatero en su misiva, en la que reitera su respaldo a este Pacto.

El presidente del Gobierno señala, además, que "la apertura de los sectores protegidos es de vital importancia" y aboga por una "mayor liberalización de sectores muy vinculados al conjunto de la economía, como los servicios profesionales, el de energía o el de la economía digital".

En la carta, Zapatero reclama dar un mayor papel a la Comisión a la hora de evaluar las reformas que cada país elija del Pacto, así como la participación de los agentes sociales.

Fuentes de Moncloa han insistido en que el ajuste de los salarios es responsabilidad de la negociación bilateral entre patronal y sindicatos, que tienen de plazo hasta el 19 de marzo para lograr un acuerdo. Si los interlocutores sociales pactan reforzar la negociación colectiva a nivel de empresa, se podrá cumplir el objetivo de mejorar la relación entre salarios y competitividad, según las fuentes.
El objetivo: mejorar la competitividad

El Pacto por el Euro obliga a Zapatero y al resto de líderes de la eurozona a anunciar nuevas medidas para mejorar la competitividad en la cumbre del 24 de marzo. Las fuentes consultadas explicaron que el presidente del Gobierno podría comprometerse a llevar a cabo algunas de las reformas previstas en el Pacto que ya ha anunciado pero que todavía no se han concluido, como la propia reforma de la negociación colectiva y de las políticas activas de empleo o la ley de servicios profesionales.

Durante la cumbre de la eurozona que se celebra este viernes, Zapatero defenderá facilitar la flexibilización del fondo de rescate para los países de deuda y reforzar su capacidad financiera, así como reducir los tipos de interés para Grecia e Irlanda. Esta demanda choca con la resistencia de Alemania y otros países como Austria o Países Bajos.

CC.OO. y UGT temen que se intente renegociar el Acuerdo para el Empleo


Las reacciones de los sindicatos no se han hecho esperar. El secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, ha asegurado que sospecha que Zapatero quiere instar a los agentes sociales -inmersos ahora en las negociaciones para reformar la negociación colectiva- a renegociar el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, que contempla subidas salariales de entre el 1% y el 2% en 2011.

"No sé si el Gobierno pretende llevar a una ley la fijación de los salarios, o si nos recomienda que renegociemos el acuerdo salarial establecido", ha explicado Toxo en declaraciones a RNE. "Si es lo que está haciendo, que lo haga directamente", ha apuntado el líder sindical en alusión a la carta enviada por Zapatero a Herman Van Rompuy.

Toxo aseguró además que le "extraña" que el presidente pretenda fijar en una carta oficial una relación que ya existe en España desde hace nueve años: "La negociación colectiva, desde hace ya nueve años, ya relaciona inflación prevista y productividad, una fórmula que hemos perfeccionado en los últimos años", ha apuntado.

Sin embargo, el líder de CC.OO. ha descartado "seguir perfeccionando" esta relación para fijar los sueldos y ha defendido el acuerdo salarial vigente, que permanecerá también el próximo año. "Ahora no corresponde", ha zanjado.

Por su parte, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha replicado al presidente del Gobierno que ajustar los salarios a la productividad sería una "profunda equivocación" y le ha advertido de que, en todo caso, se trata de una materia que debe regularse en el ámbito bilateral de patronal y sindicatos.

Ferrer ha recordado que hay un acuerdo vigente hasta 2012, firmado por empresarios y sindicatos el pasado 2 de febrero, que ya establece unas pautas de moderación salarial y en el que ya se tiene en cuenta la productividad.

"Nosotros no nos dedicamos a improvisar", ha señalado Ferrer, quien ha añadido que el Gobierno no puede "interferir" en estos asuntos, a menos que apruebe una ley que "intervenga" la negociación colectiva. En este sentido, no ha dudado en calificar el apoyo de Zapatero a las tesis de Van Rompuy de "ingerencia en la autonomía de los agentes sociales".

Ferrer ha insistido en que el modelo de formación de salarios en España "no es inflacionista" y ha advertido de que la productividad es procíclica, es decir, que aumenta en las épocas de crisis por el incremento de los despidos.

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