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Los controladores han dejado de acudir "masivamente" a todos los aeropuertos de España y se han declarado "incapaces" para cubrir el servicio, lo que ha provocado el cierre de todo el espacio aéreo español, salvo en Andalucía.
En pleno inicio del Puente de la Constitución, un 90% de trabajadores de este sector han abandonado sus puestos de trabajo. "Aena recomienda a todos los pasajeros que no acudan a los aeropuertos, ya que el tráfico aéreo está interrumpido", advierte en un comunicado el gestor aeroportuario, que denuncia "la intolerable actitud de los controladores".
La Agencia Europea para la Seguridad y la Navegación Aérea (Eurocontrol) ha anunciado que los centros de control aéreo de Madrid, Palma de Mallorca y Canarias permanecerán cerrados hasta las 08.00 horas.
Andalucía es la única comunidad donde el espacio aéreo continúa abierto, aunque cuatro vuelos han sido cancelados.
Este caos está provocando que los aviones en ruta hayan tenido que retrasar su aterrizaje en cualquier aeropuerto español. Mientras que los vuelos que tenían previsto despegar no pueden hacerlo, según ha explicado Aena.
Aena denuncia que la actuación de los controladores podría ser sancionada con el despido disciplinario porque "constituye un delito según el artículo 409 del Código Penal".
Según la Ley, aquellos que promuevan el abandono colectivo se enfrentarán a una multa de ocho a 12 meses de trabajo y suspensión de empleo por un tiempo de seis meses a dos años. Por su parte, los que tomen parte en el boicot "serán castigados con la pena de multa de ocho a 12 meses".
Las protestas de los controladores
Estos hechos se producen tras la aclaración hecha hoy en el Consejo de Ministros de la norma que regula la jornada de los controladores, informa Europa Press.
Con el objetivo de evitar las "interpretaciones erróneas", se ratifica un máximo de 1.670 horas al año trabajadas, pero aclara que "no se computarán en este máximo anual" las correspondientes a las actividades laborales de carácter no aeronáutico. Es decir, los permisos sindicales, las horas imaginarias y las licencias y ausencias por incapacidad laboral, así como las reducciones de jornada.
Frente a la ausencia masiva en los centros de control, el presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Camilo Cela, ha pedido "calma y serenidad" al colectivo. "Lo que hace el decreto es corregir una vez más los defectos de una ley que pidió Aena y que se la dieron mal hecha», agregó el presidente del sindicato.
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