Los empresarios a Zapatero: “Es una situación de emergencia; gobierne usted de una vez”
Periodista Digital
Los principales directivos de las más importantes empresas y entidades financieras españolas dieron este sábado un auténtico baño de realidad al presidente del Gobierno en la culminación de una semana en la que el crédito de España ha quedado dinamitado por la gestión socialista.
Los 37 empresarios que acudieron a la foto-cita del Palacio de La Moncloa advirtieron al jefe del Ejecutivo de que nuestro país atraviesa "una situación dramática y de verdadera emergencia", por lo que le exigieron:
"Gobierne usted de una vez".
Zapatero prometió acelerar las reformas en materia de pensiones, cajas de ahorros y negociación colectiva. Para alguno de los asistentes, este calendario de medidas es "ilusorio".
El presidente del Gobierno es incapaz de superar su tendencia natural a reducir la política a mera propaganda, incluso en las circunstancias más graves.
Zapatero cree que las cosas se arreglan a base de declaraciones voluntaristas e imágenes oportunistas, como la foto de ayer en La Moncloa después de un cambio de impresiones con grandes empresarios.
El extraño procedimiento para seleccionar a los invitados terminó por dejar descontentos a casi todos.
Además, no es aceptable que el presidente de la CEOE quedara excluido de la reunión, sea cual sea la difícil situación de la persona que ocupa ahora el cargo.
En todo caso, nada nuevo se puede plantear, ni mucho menos resolver, en un encuentro programado exclusivamente para «vender» una imagen que no tranquiliza a los mercados y tampoco convence a los ciudadanos.
Las empresas españolas mantienen el tipo -en algunos casos con brillantez- en plena crisis mientras el Ejecutivo ofrece la impresión de actuar sin rumbo fijo, con el único objetivo de ganar tiempo a efectos electorales.
Por eso, no sirven de nada las vagas promesas presidenciales de «acelerar las reformas», apoyar las exportaciones o favorecer la competitividad.
El nuevo equipo ministerial ha agotado su crédito en pocas semanas, porque el verdadero problema es que el presidente no tiene nada que ofrecer frente a una crisis implacable.
Las buenas formas en el intercambio de opiniones en La Moncloa son inútiles si no derivan en decisiones valientes.
Cuando el presidente y la vicepresidenta económica niegan cualquier posibilidad de «rescate» por parte de la UE, muchos ciudadanos no pueden evitar una sensación de incertidumbre, porque este Gobierno no genera confianza en lo que hace ni en lo que dice.
Por esa razón, la reunión de ayer no aporta nada nuevo, salvo el baño de realidad que los empresarios le dieron a un presidente superado por su propia impericia. Gobernar es decidir, y no solo hacer gestos de cara a la galería por pura conveniencia partidista.
España no se puede permitir esta especie de interinidad gubernamental porque el tiempo apremia, y lo menos importante a estas alturas es que al PSOE le interese ganar unos meses para intentar reducir la notable ventaja del PP en las encuestas.
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