Está a 380.000 kilómetros de la tierra, pero todas las noches nos acompaña. Hace mucho tiempo -40 años- que el hombre puso el pie en ella por primera vez. Ahora queremos volver.
Europa prepara un viaje a la Luna antes de 2018. Primero será una nave no tripulada pero el sueño es el de siempre, que los seres humanos puedan vivir allí.
La Agencia Espacial Europea espera que su misión lunar no tripulada en 2018 permita explorar el polo sur de nuestro único satélite. La zona interesa porque recibe abundante luz solar y es posible que albergue agua en forma de hielo.
La Agencia se había interesado en explorar Marte pero como dice Simonette Di Pippo, la directora de los viajes espaciales, todavía hay mucho que aprender del vecino más cercano de la Tierra. “A la Luna podemos llegar en dos o tres días. Preparar un viaje tripulado a la Luna permitirá el desarrollo y la multiplicación de experimentos y nuevas tecnologías con los que daremos un nuevo paso hacia la exploración de Marte”, declara.
Según Di Pippo, ir a la Luna aumentará nuestros conocimientos sobre cómo podríamos vivir en otro planeta. El vehículo de la Agencia Espacial tendrá que saber moverse entre los obstáculos y posarse con suavidad. “El aterrizaje en la Luna permitirá el desarrollo de nuevos sensores de navegación”, concluye Bruno Gardini, de la Agencia Espacial Internacional.
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