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El Banco de España ha confirmado la reestructuración de su red para mejorar la eficiencia en el uso de los recursos económicos y humanos de que dispone, y procederá al cierre de las siete sucursales con menor actividad, entre ellas la de Santander, de las 22 que actualmente están operativas.
La Comisión Ejecutiva del organismo supervisor ha adoptado esta decisión con fecha efectiva a partir del 31 de mayo de 2011 y afectará a Ceuta, Logroño, Melilla, Pamplona, San Sebastián, Santander y Toledo.
De este modo, a partir de junio de 2011, la red de sucursales se extenderá por 15 ciudades: Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, A Coruña, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Sevilla, Tenerife, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
La actividad de las siete sucursales que cerrará representa el 9,3% del total de la red y tienen una operativa "muy restringida" con las entidades de crédito, explica el organismo que dirige Miguel Angel Fernández Ordóñez.
Asimismo, la institución recuerda que los ciudadanos disponen ya de cauces alternativos -a través del correo postal o de Internet- que no hacen necesaria la presencia física en la sucursal del Banco de España para realizar trámites como, por ejemplo, los relacionados con la suscripción de Deuda Pública, la presentación de reclamaciones contra entidades de crédito o la obtención de informes de la Central de Información de Riesgos (CIR).
En el caso de Ceuta y Melilla, el Banco de España iniciará conversaciones con las entidades de crédito para establecer un sistema de depósito de billetes propiedad de la entidad que garantice un suministro de la misma calidad y coste que el vigente hasta el momento actual.
El Banco de España subraya que no se producirá ningún despido porque la plantilla de las siete sucursales (58 trabajadores) podrán solicitar el traslado a las sucursales más cercanas en las que existan vacantes o a Madrid. Además, el organismo supervisor ya ha abierto un proceso de negociación con los sindicatos para alcanzar un acuerdo sobre las modalidades precisas de esta adaptación laboral.
La reestructuración de la red de sucursales del Banco de España ha vivido ya dos etapas anteriores. Entre los años 1978 y 1982 se cerraron 18 de las 70 oficinas existentes entonces, quedando abierta una en cada capital de provincia, además de en Santiago de Compostela.
Con posterioridad, tras la puesta en circulación de los billetes y monedas en euros, se procedió a una segunda fase de cierres. Entre 2002 y 2004 desaparecieron otras 30 sucursales, con lo que quedaron las 22 actuales.
De ellas, sólo las 15 que seguirán abiertas a partir de junio de 2011 tienen "operativa plena", incluyendo el centro mecanizado de tratamiento de billetes y el servicio de caja a las entidades de crédito.
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