Una bolivariana en la alcaldía de Lima

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La candidata izquierdista de la alianza Fuerza Social, Susana Villarán, encabezaba ayer el recuento de las municipales celebradas el domingo en Lima, escrutado el 65% de los votos. Villarán aventajaba en casi dos puntos a Lourdes Flores, aspirante de la coalición conservadora Partido Popular Cristiano-Unidad Nacional. En el país andino se celebraban, además, elecciones regionales.

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Susana Villarán celebra su triunfo

La capital peruana, en la que habitan 9 millones de personas y votan 5,5, se considera clave para las presidenciales. Aunque ni el Partido Aprista Peruano —del presidente del país, Alan García— ni Fuerza 2011 —de Keiko Fujimori, primera en las encuestas para las presidenciales de abril— presentaron candidatos a la Alcaldía de Lima. Tampoco lo hizo el Partido Nacionalista Peruano, dirigido por Ollanta Humala, que en 2006 perdió la segunda vuelta de las presidenciales frente a Alan García. Humala se centró esta vez en las regiones del interior, donde tiene más apoyo.
En una primera reacción, Villarán pidió ayer al presidente García que la vea como «una aliada por el bien de Lima». La política izquierdista ha revitalizado sus filas y sus fuerzas en estas municipales y regionales. Si bien en 2006 el líder nacionalista Ollanta Humala —asociado políticamente al «Socialismo del Siglo XXI» del presidente venezolano, Hugo Chávez— casi gana la Presidencia de Perú, en los últimos meses Villarán se ha hecho con este liderazgo. Es la voz del eje bolivariano en este país.

Humala se ha referido a ella sin mencionarla, le llamaba «la señora». Pero declaró que, aunque personalmente no la apoyaba, no podía negarse a la decisión de sus militantes de integrar las listas de Fuerza Social. Este frente está integrado por el Partido Comunista de Perú, Patria Roja Movimiento Nueva Izquierda, Movimiento Tierra y Libertad, Movimiento Lima Para Todos y el partido de la Democracia Social. Este último es el verdadero partido de Villarán, que creó para las elecciones de 2006, cuando no tuvo precisamente suerte: alcanzó el 0,62% de los votos.
El Partido Comunista de Perú Patria Roja lidera el sindicato de profesores, conocido como Sutep. Sus dirigentes se oponen férreamente a la ley de la carrera pública propuesta por el Gobierno. Además tiene entre sus creaciones a los Frentes de Defensa de los Derechos de los Pueblos, que consideran legítimo protestar con el bloqueo de puentes y carreteras, apedrear a policías y tomar por la fuerza locales públicos. Tierra y Libertad es un movimiento creado por el sacerdote Marco Arana, férreo opositor a la inversión minera en las regiones más pobres de Perú.

Terroristas del MRTA

Pero Lima Para Todos es el partido que ha ofrecido las mayores sorpresas. Aunque Susana Villarán no ha destacado públicamente su presencia, en su lista figuraban diez de sus representantes. También nacionalistas, seguidores de Ollanta Humala, y extremistas del MIR Venceremos, agrupación donde militan la mayoría de los miembros del grupo terrorista MRTA. Aunque salieron de la cárcel, no han renunciado públicamente a su violenta «lucha por el poder».

Susana Villarán no llegaba siquiera al 1% de la intención de voto hace tres meses

En 2008, este partido político lideró el «Moqueguazo», una movilización que paralizó la región rica en cobre de Moquegua, bloqueó el único puente por el que se abastece la aledaña región de Tacna y tomó como rehén al general de la Policía en la zona. Este hecho provocó la furia de la población, lo que le causó al oficial de la Policía un brazo roto y le obligó a pedir perdón.
El mismo año, el PC Patria Roja suscribió comunicados en los que respaldaba a la guerrilla colombiana de las FARC y hacía apología pública de sus dirigentes desaparecidos ese año: «Raúl Reyes», abatido en un campamento instalado en territorio ecuatoriano, y Manuel Marulanda, alias «Tirofijo», que murió pocos días después de un infarto.

Hace tres meses, Susana Villarán, la política que representa a la izquierda peruana incluidos los sectores más radicales, no llegaba siquiera al 1% de la intención de voto. Su crecimiento ha sido vertiginoso y los analistas coinciden en que se trata de un fenómeno producido por algunos periodistas de la televisión peruana.