La izquierda peruana resucita con su ascenso electoral en Lima

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La izquierda peruana está a las puertas de recuperar la alcaldía de Lima, la más importante de Perú, que perdió hace tres décadas. La activista humanitaria Susana Villarán, del partido Fuerza Social, encabeza, contra todo pronóstico, el recuento de votos de las elecciones municipales del pasado domingo.

Ningún partido progresista ha gobernado la capital desde 1983

Con el 73,14% de actas escrutadas, Villarán saca una ventaja de menos de un punto porcentual (38,47% contra 37,64%) a Lourdes Flores, de la alianza Partido Popular Cristiano-Unidad Nacional. En una ciudad de más de cinco millones de electores, esta diferencia se traduce en unos 30.000 votos. Ahora la lucha se ha trasladado a los jurados electorales, donde quedan por resolver un número insólito de actas impugnadas: más de 8.000, que representan alrededor de un 20% del total de votos emitidos.

Se esperaba un final cerrado, pero no tanta incertidumbre. La pasmosa lentitud de la Oficina Nacional de Procesos Electorales ha despertado muchas críticas y suspicacias a pocos meses de los comicios presidenciales, previstos para abril de 2011. Aunque varios expertos coinciden en que es poco probable que la tendencia pueda revertirse, ambas candidatas han evitado pronunciarse sobre los resultados hasta que estos sean definitivos, lo que puede tardar varios días más. Después de que se dieran a conocer los sondeos a pie de urna (que también le otorgaban una ligera ventaja, de entre 1 y 2 puntos), Villarán defendió votos ante el temor de un fraude y una avalancha de impugnaciones por parte de los rivales. Flores, por su parte, se mostró al inicio muy confiada en ganar, aunque luego moderó su optimismo y aseguró que reconocerá el resultado final si le es adverso.

Gane quien gane, por primera vez una mujer accederá a la alcaldía de Lima. Y si se confirma la tendencia del recuento, Villarán, de 61 años, llevará a la izquierda al ayuntamiento de la capital peruana por primera vez desde 1983. Maestra y periodista, Villarán fue ministra de la Mujer y Desarrollo Social entre 2000 y 2002, y después relatora de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a cargo de temas de infancia y mujer. El último puesto público que ocupó fue el de Defensora de la Policía, durante el Gobierno de Alejandro Toledo. Su candidatura a la presidencia de Perú, en las elecciones de 2006, se saldó con un raquítico 0,62% de los votos. Y hace tan solo tres meses sumaba menos de un 5% de intención de voto en los sondeos de las municipales, que mostraban a Lourdes Flores -también ex candidata presidencial en 2001 y 2006- como favorita.

El sorprendente ascenso de Fuerza Social, una joven agrupación de izquierda moderada formada hace un año a partir de varias organizaciones regionales y un partido nacional, ha despertado resquemor en sectores conservadores, que critican sus alianzas con grupos de izquierda más radicales, un tema muy sensible en un país que vivió durante dos décadas la violencia terrorista de Sendero Luminoso.

De cualquier forma, está por verse si el voto por Fuerza Social representa el nacimiento de una nueva opción de izquierda en el ámbito nacional, distinta del nacionalismo de Ollanta Humala, de quien Villarán se desmarca. Algunos analistas lo dudan. "No ha sido un voto ideológico a favor de la izquierda. Lo que ha ocurrido es que los electores vieron en ella a quien mejor podría encarnar la decencia (...) y a alguien a quien le importaban sus problemas concretos. Más bien, sus alianzas con sectores ultras (innecesarias y contraproducentes) casi le cuestan la victoria", aseguraba ayer el analista Carlos Basombrío.

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