Los datos sobre la pobreza no mejoran. Desde que la ONU hiciera hace 10 años su promesa de luchar contra ella a través del cumplimiento de los Objetivos del Milenio la situación mejoró ligeramente, hasta que la crisis económica vino a paralizarlo todo. La investigación anual del Índice de Hambre Global (IHG) ha constado que el mapa de la miseria sigue maltratando severamente a 29 países y matando de desnutrición a más de 2,2 millones de niños cada año.
Los líderes del mundo están lejos de lograr la meta de disminuir a la mitad para el 2015 la cantidad de personas que sufren hambre, según explica el estudio, publicado por el Instituto Internacional de Investigación de Política Alimentaria y otros grupos benéficos de asistencia.
El informe hace especial hincapié en la situación de los menores. Según los datos presentados, uno de cada tres niños menores de cinco años en los países pobres está físicamente subdesarrollado para su edad debido a la malnutrición y uno de cada cuatro padece una fuerte desnutrición.
"Los dos primeros años de vida son cruciales en el desarrollo del niño", asegura el texto, que añade que "la malnutrición y la desnutrición en los 1.000 primeros días de vida tiene consecuencias negativas irreversibles".
Además, está demostrado que las madres que sufrieron malnutrición de pequeñas tienen más posibilidades de traer al mundo niños por debajo de su peso. Las ONG se han alzado en diferentes partes del mundo para recordar que "debemos romper este círculo vicioso de la malnutrición".
África, a la cola
El 90% de estos niños con deficiencias alimentarias crónicas viven en África -principalmente en países subsaharianos, como República Democrática del Congo, Burundi, Eritrea y Chad-, en el sur de Asia (India) y en el continente americano, especialmente en Haití.
El porcentaje de personas desnutridas cayó del 20% en 1990-92 al 16% en el 2004-06. La ONU considera que la cantidad de personas con hambre habría disminuido de 1.000 millones en el 2009 a 925 millones este año. Sin embargo, según el nuevo informe, el índice muestra que algunas regiones aún están muy complicadas y que las causas del hambre difieren en el mundo.
La malnutrición de los menores viene en gran medida determinada por factores ambientales de carácter social, político y económico. Según el Índice Global del Hambre, en el Sur de Asia la malnutrición está ligada a la discriminación social que padecen las mujeres y a la falta de educación, mientras que en África las causas principales son los conflictos armados, el desgobierno y las altas tasas de sida.
Uno de los problemas a los que se enfrenta la comunidad internacional a la hora de realizar un estudio exhaustivo sobre la pobreza en el mundo, es la dramática situación que sufren algunos países como Somalia, Afganistán o Irak, entre otros. "La estimación del Índice Global del Hambre tiene limitaciones a causa de la captura de datos por parte de los gobiernos y agencias internacionales" en algunos países donde directamente no se dan, confirma el informe.
La movilización española
Este sábado, cuando se celebra el Día Mundial de la Alimentación, las ONGD españolas se han esforzado por recordar que detrás de estos números malditos se ocultan historias de personas reales. Médicos Sin Fronteras (MSF), por ejemplo, ha querido alertar de que los principales donantes internacionales de ayuda alimentaria, entre los que se encuentran EEUU, Canadá, Japón, y la UE, siguen suministrando y subvencionando alimentos de baja calidad nutricional para los países en desarrollo.
"Alimentos que nunca daríamos a nuestros hijos son enviados como ayuda alimentaria para niños de África y Asia".
Por ello, la organización humanitaria ha lanzado la campaña internacional 'Hambrientos de Atención', con la que pretende apelar a los mayores donantes mundiales para que suministren los alimentos adecuados y los recursos suficientes a los programas nutricionales.
La campaña incluye siete documentales, que realizan un completo repaso a los desafíos que la desnutrición. Y aunque el Índice Global del Hambre sólo se centra en los países más afectados, el recorrido de MSF termina en Estados Unidos, el principal donante de ayudas alimentarias del mundo, y al mismo tiempo uno de los países que las utiliza en su propio territorio.
Manos Unidas, por su parte, reconoce que no tiene la fórmula mágica que acabe con el hambre y la pobreza. "Pero sí sabemos que erradicar el hambre es, sobre todo, una cuestión de voluntad, de compromiso y de sensibilización; de invertir en agricultura y de reformar las reglas del juego del comercio internacional, que se han demostrado injustas", asegura la organización que ha ganado recientemente el Premio Prícipe de Asturias de la Concordia.
Si en algo coinciden las organizaciones es en recordar a esa parte de la comunidad internacional que se muestra cansada por la repetición de las cifras que "la pobreza no está en crisis, aumenta". Y por ello, la Alianza contra la Pobreza ha convocado una manifestación para este domingo a las 12 en Madrid.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO