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La nula credibilidad en la capacidad del Gobierno para reducir el déficit público y el creciente riesgo regulatorio ha provocado la desbandada de los inversores extranjeros, que no quieren tener un euro invertido en España. Esta es la explicación que dan algunos gestores que administran el dinero de clientes foráneos, que ayer salieron en desbandada.
“El ataque ha sido indiscriminado a la renta variable. Los estados, los que han evitado el hundimiento del sistema financiero y una recesión mayor, están muy endeudados y ahora se temen que no puedan hacer frente a sus pagos”, argumentan desde una firma española que sólo trabaja con inversores extranjeros, principalmente británicos. Describe que hay un miedo general a una política fiscal restrictiva, además de la resistencia del euro como moneda común de Europa.
Ese es el entorno general, que en España se complica más por varios factores. El primero es la falta de medidas concretas para atajar los problemas estructurales, como son el déficit y el paro. El segundo es que ya no se puede invertir ni en valores que antes eran defensivos y anticíclicos porque eran regulados. “Lo de las renovables ha hecho mucho daño. Lo que menos le gusta a los inversores es la inseguridad jurídica”, agregan desde un banco internacional que está entre los cinco que más bolsa española intermedia.
Desde Nueva York, el gestor de un hedge fund que pide mantener el anonimato explica que los inversores no se creen el rescate de Grecia. Señala que la teoría está bien, pero hay mucha desconfianza sobre cómo se va a implementar. Respecto a España, añade que es urgente tomar medidas. “Cuánto más se tarde en presentar un plan serio, más castigarán al país”.
Y es que España y, especialmente su Gobierno, ha perdido el crédito. Así quedó demostrado la semana pasada cuando la ministra de Economía, Elena Salgado, estuvo en Nueva York y asistió a un desayuno de trabajo en el estaban varios bancos de inversión, gestores de carteras y empresas españolas y americanas. Uno de los asistentes cuenta que Salgado reiteró su mensaje de optimismo “como si no quisiera ver la realidad”.
“Los extranjeros están vendiendo índice, que es la peor señal. Es una clara demostración de venta generalizada, de no querer tener en sus carteras posiciones en España”, razona un broker con más de veinte años de experiencia en bolsa. No obstante, matiza que esta operativa es un error porque el 50% del beneficio del Ibex proviene del exterior. “Se están equivocando. Hay empresas como Telefónica, Santander o Inditex que generan más de la mitad de sus resultados en el extranjero”.
Otro insiste en que “las empresa ya han hecho sus deberes, van por delante de los gobernantes”. En este sentido, enfatiza que “viendo lo que está pasando en Grecia, con manifestaciones y huelgas en la calle, en España se ha aprobado un plan de ajuste para ahorrar 16 millones. Es ridículo. Se tienen que tomar medidas ya”. El gestor afirma sin duda que “España puede ser Grecia si no hay un ajuste brusco”.
Sin embargo, indica que “hay tiempo para solucionarlo”. Algo similar opinan desde un banco internacional, donde apuntan que el riesgo país no se ha disparado. “El diferencial con el bund alemán se ha ampliado 13 puntos desde enero, menos que el bono británico, que lo ha hecho en 35”. Desde esta entidad exponen que compañías como Telefónica, Santander, BBVA o La Caixa no tienen problemas para financiarse en el exterior y que incluso empresas como Abengoa han emitido un bono de alto rendimiento con una prima inferior a la que pagó hace cinco meses. No obstante, reconoce que hay mucha preocupación sobre la solvencia del sistema financiero español. “El agujero es de 30.000 o 40.000 millones y no se observan medidas eficaces para solucionarlo. El mercado mayorista se ha cerrado para muchas cajas y eso, antes o después, le afectará a los clientes particulares cuando vayan a pedir un préstamo.
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