La Revolución Bolivariana ha estado continuamente acorralada mediaticamente. El bulo de que Chávez es un censor no se tiene en pie visto el panorama audiovisual venezolano copado por canales con línea editorial claramente opositora, cuando no golpista. No solo los medios privados de comunicación, propiedad de grandes coorporaciones, atacan la política de reformas comandada por Hugo Chávez sino que desde las redes sociales también se excavaban trincheras virtuales en contra de las políticas socialistas e igualitarias.
Para no dejar en manos del enemigo las llamadas “redes sociales”, el pueblo venezolano organizó la llamada “guerrilla comunicacional”. Los militantes bolivarianos empezaron a hacer uso masivo de Internet y los teléfonos móviles para dar respuesta a la campaña de las elites burguesas que intentan recuperar el poder político, conquistando espacios virtuales en favor de la clase trabajadora venezolana.
Sin embargo, no ha sido hasta que Hugo Chávez ha abierto su propia cuenta en Twitter, cuando se ha disparado la euforia. Reconociendo el éxito de la Guerrilla Comunicacional y la apertura de la cuenta @chavezcandanga , tenemos la obligación de considerar algunas cuestiones.
La primera, la de seguridad tecnológica y de consumismo que Lubrio ha descrito magistralmente en su artículo publicado en Aporrea. Las redes sociales están en manos de empresas usamericanas que son una garantía de privacidad ni de buen funcionamiento (ayer Twitter estuvo funcionando con múltiples problemas).
El segundo motivo de preocupación es la propiedad intelectual de los twitts, la empresa Twitter Inc en las “ condiciones de servicio ”, en primer lugar declara que “La responsabilidad de todo contenido, publica o privadamente difundido, recae en el autor”, sin embargo poco más adelante se puede leer que “el usuario otorga a Twitter licencia mundial, no exclusiva, libre de regalías (con derecho a la concesión de la licencia a terceros) para utilizar, copiar, reproducir, procesar, adaptar, modificar, publicar, transmitir, mostrar y distribuir dicho Contenido cualquier medio de comunicación o método de distribución (actual o desarrollado en un futuro)." Lo que quiere decir que si hay una demanda el autor es responsable pero que Twitter tiene todos los derechos de los contenidos para poder hacer negocio con ellos.
Por último, hay que reflexionar sobre el uso social y político que se está haciendo de Twitter. Es realmente preocupante que una gran parte de los mensajes que recibe Hugo Chávez se refieren a peticiones individuales para solucionar problemas personales. Ciertamente cuestiones preocupantes para quien los sufre y que el Estado Venezolano debe solucionar, pero es igualmente preocupante que el propio Presidente y parte de la administración dediquen un gran esfuerzo a dar respuesta a peticiones de sólo 140 caracteres y sólo de aquellos que tengan acceso a Internet.
No parece que el asistencialismo sea propio de un proceso revolucionario, más bien el fin último debería ser la transformación social encontrando las soluciones requeridas para toda la población. Existe un temor a que la loable intención de contestar a todos los twitters por parte del Gobierno democrático de Venezuela tenga el coste de falta de impulso de políticas sociales.
En todo caso podemos si que hay varios aspectos positivos de éste fenómeno. Por ejemplo, que se puede movilizar a las masas para acabar con la dictadura que en el ámbito de la información ostentan las grandes coorporaciones empresariales. Y que, en todo caso, es preferible la democracia del Twitter que la dictadura del mercado que tenemos que soportar gran parte de los ciudadanos del mudo, especialmente los trabajadores griegos a quienes los mercaderes los han empobrecido sin que su voz (individual o colectiva) haya sido tenida mínimamente en cuenta.
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