Rebelion.
El Presidente Hugo Chávez de Venezuela reveló hoy durante su programa dominical, Aló Presidente, que aviónes no tripulados (UAV por sus siglas en inglés), también conocidos como “drones”, han entrado ilegalmente al territorio aéreo venezolano durante los últimos días. “Hace pocos días, a la medianoche, un avión de estos sin tripulantes penetró hasta el Fuerte Mara…”, un fuerte militar venezolano en el estado Zulia, frontera con Colombia. El avión fue visto por soldados venezolanos, quienes inmediatamente reportaron la violación aérea a sus superiores. El Presidente Chávez dio la órden hoy de derribar cualquier avión detectado en territorio venezolano. Chávez también implicó directamente a Washington en ésta última amenaza contra la estabilidad regional, confirmando que los aviónes no tripulados eran de origen estadounidense.
El jueves pasado, el Presidente Chávez denunció las amenazas militares contra Venezuela de las islas holandesas Aruba y Curazao, ubicadas apenás 70 kilómetros de la costa nor-occidental de Venezuela. Ambas pequeñas islas tienen bases aéreas de Estados Unidos como resultado de un contrato entre Washington y Holanda firmado en 1999 que estableció localidades de operaciones de avanzada (FOL por sus siglas en inglés) en las colonias caribeñas. Originalmente, el contrato permitía la presencia militar estadounidense en Aruba y Curazao solamente para misiones contra el narcotráfico. Sin embargo, desde septiembre 2001, Washington utiliza a todas sus instalaciones militares para combatir supuestas amenazas terroristas en el mundo. Las bases militares en Aruba y Curazao han sido utilizadas para misiones de inteligencia, espionaje y reconocimiento contra Venezuela durante los últimos años.
En 2006, Washington comenzó a conducir una seria de maniobras militares de alto nivel utilizando a Curazao como la principal zona de operaciones. Cientos de portaaviones, buques de guerra, aviónes de combate, helicopteres Black Hawk, submarines nucleares y miles de tropas estadounidenses han estado participando en distintos ensayos y operaciones militares en la región del Caribe durante los últimos tres años y medio, causando alarma y grave preocupación entre las naciones en la región, y particularmente Venezuela, que también ha sido sujeta a varias acciones hostíles y agresivas desde Washington.
En 2008, el Pentágono reactivó la Cuarta Flota de la Armada, encargada de defender los intereses estadounidenses en la región de América Latina. La Cuarta Flota fue desactivada en 1950, luego de cumplir con su misión original durante la Segunda Guerra Mundial. La reactivación de la flota luego de casi 60 años fue percibida por una mayoría de naciones en América Latina como una amenaza directa a la soberanía regional, y provocó el establecimiento del Consejo de Defensa Suramericano para responder a las amenazas externas. El Pentágono respondió orgullosamente admitiendo que la reactivación de la Cuarta Flota fue una “muestra de la fuerza y el poder estadounidense en la región” con un mensaje de defensa a sus aliados. Esa declaración fue recibida como un apoyo directo a Colombia y un intento de intimidar a Venezuela.
El 30 de octubre, Colombia y EEUU firmaron un acuerdo de cooperación militar autorizando la ocupación estadounidense de siete bases militares en territorio colombiano, además del uso de todas las instalaciones del país. El acuerdo significa la expansión militarista de EEUU en América Latina más grande de la historia. Aunque los dos gobiernos públicamente justificaron el acuerdo como un esfuerzo para combatir el narcotráfico y el terrorismo, documentos oficiales de la Fuerza Aérea revelaron que EEUU conducirá “operaciones militares de amplio espectro” en todo el continente desde las bases colombianas. Los documentos de la Fuerza Aérea también justificaron la desproporcionada presencia militar estadounidense como necesaria para combatir “la constante amenaza…de gobiernos anti-estadounidenses en la región”. Los documentos también revelaron que la presencia estadounidense en Colombia incrementará el éxito de las operaciones de inteligencia, espionaje y reconocimiento y mejorará la capacidad del Pentágono de conducir una “guerra expedita” en América Latina.
Desde el 2006, Washington ha clasificado a Venezuela como una nación que “no colabora suficientemente con la lucha contra el terrorismo”. En 2005, Venezuela fue clasificada por el Departamento de Estado como una nación “no cooperante” con la lucha contra el narcotráfico. A pesar de que nunca han presentado evidencias contundentes para fundamentar estas peligrosas acusaciones, Washington las ha utilizado para justificar el incremento en agresiones hacia el gobierno venezolano. En 2008, el gobierno de George W. Bush intentó colocar a Venezuela en la lista de “estados terroristas”. La iniciativa no fue logrado porque Venezuela sigue siendo el principal suministrador de petróleo a EEUU. Si Washington colocara a Venezuela en la lista de “estados terroristas”, tendría que romper las relaciones, que incluiría el cese de la compra del petróleo venezolano.
No obstante, Washington aún considera a Venezuela como una amenaza a sus intereses en la región. Particularmente, Estados Unidos está preocupado por la relación comercial entre varias naciones latinoamericanas con países como China, Rusia e Irán, que se percibe como una amenaza económica contra el control y la dominación de Estados Unidos en la región. La semana pasada, la Secretaria de Estado Hillary Clinton amenazó a los países latinoamericanos que tenían relaciones con Irán, incluyendo a Bolivia, Brasil, Nicaragua y Venezuela. “…Yo creo que si algunos países quieren relacionarse con Irán, deben saber las consecuencias, y esperemos que lo pensarán dos veces antes de hacerlo…,” declaró Clinton durante un discurso sobre la política exterior de Washington hacia América Latina.
El gobierno de Colombia anunció ayer que construirán una nueva base militar cerca de la frontera con Venezuela, con financiamiento y equipos de Estados Unidos. El Ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, también anunció la activación de dos batallones aéreos cerca de la frontera con Venezuela. La nueva base militar, ubicada por la peninsula de la Guajira, frontera con el estado Zulia de Venezuela, tendrá hasta mil tropas y facilitará la presencia de fuerzas armadas estadounidenses y contratistas privados en la zona fronteriza. Este anuncio claramente intensifica las agresiones y amenazas contra Venezuela.
Las declaraciones de hoy del Presidente Chávez sobre el avión no tripulado que fue discubierto violando al territorio venezolano en estos días, evidencian la escalada en tensiones entre Venezuela y Colombia. Los aviones no tripulados estadounidenses, MQ-1 Predator UAV, que son de combate, han sido utilizados durante el último año en Afganistán y Pakistán para asesinar supuestos terroristas. Los aviones “drones” están equipados con misiles Hellfire y tienen la capacidad de acabar con blancos en zonas sensibles.
Venezuela está bajo alerta frente a ésta peligrosa amenaza. El Presidente Chávez hizo sus declaraciones sobre la detección del avión no tripulado durante el lanzamiento de la nueva Policía Nacional, una fuerza de policía comunal recién creada y orientada hacia las operaciones de seguridad preventiva y el servicio comunitario.
[Original in English at: http://www.chavezcode.com/2009/12/us-military-aggression-against.html]
evagolinger@hotmail.com
Fuente: http://www.aporrea.org/tiburon/a92093.html
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