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Oliver Stone no se cortó un pelo el lunes, en la Mostra de Cine de Venecia, a la que acudió para presentar su última película ‘South of the border’, un documental sobre el presidente venezolano Hugo Chávez, que también acudió a la ciudad italiana para presenciar el evento.
“Vuestro rey debería callarse y escuchar más a Chávez”, indicó el director estadounidense a un periodista del diario El País, que se encontraba cubriendo el evento. Asimismo, Stone no dudó en añadir que “Aznar era muy malo y ayudó a planificar el golpe de Estado en Venezuela”.
Por otro lado, el realizador estadounidense también declaró en una entrevista conjunta a varios medios que Europa y el mundo en general necesitan “decenas de Hugo Chávez”, de dirigentes que cumplan lo que prometen. Porque si algo queda claro del discurso del realizador es que es un rendido admirador del venezolano y tanto en el documental que presentó como en persona no tiene más que palabras positivas y ninguna crítica.
De la falta de libertad de expresión que critican los medios de comunicación y la oposición venezolana asegura que no es cierto.
"Si vas a Venezuela, el 80 o casi el 90 por ciento de los medios están en contra de Chávez. Dicen cosas muy duras sobre él y lo permite, no castiga a esas personas y están aún ahí", mientras que, por ejemplo, en Estados Unidos "eso no pasaría".
Sobre los desencuentros de Chávez con otros países de la región, como Colombia, dice que se deben a su alejamiento de la visión unilateral del mundo dominado por Estados Unidos. Stone hace también hincapié en las críticas desmesuradas de los medios de comunicación, especialmente los estadounidenses, contra Chávez y el doble rasero que tienen con otros países sudamericanos.
"Si un solo sindicalista fuera asesinado en Venezuela, saldría en primera pagina del 'New York Times'" mientras que eso ocurre en Colombia muy a menudo y nadie dice nada, explicó.
Porque en la medida en que Stone admira a Chávez, muestra su rechazo al presidente colombiano, Álvaro Uribe, al que califica de "una de las fuerzas demoníacas en Latinoamérica" y todo porque "Colombia necesita a América".
Por ello, no contactó con Uribe para salir en el documental, aunque sí lo hizo con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pero no fue posible su intervención.
El acercamiento a Estados Unidos es algo muy negativo para el director, quien asegura estar "preocupado por la política exterior" de su país, y el por qué Estados Unidos "tiene tantos enemigos".
"Algo está mal en mi país", dice Stone, que cita las guerras en Vietnam, en Irak o Afganistán, el hecho de que Sadam Husein fuera "un monstruo que nosotros creamos" o el acuerdo de colaboración militar pactado entre Estados Unidos y Colombia -país, que en su opinión podría convertirse en un nuevo Afganistán-.
"Guerra contra las drogas, contra el terrorismo, siempre guerras", señala el director, que agrega: "si hubieran tenido éxito en Irak me pregunto si Chávez estaría aquí".
Y frente a la política de su país, Stone admira la batalla contra el Fondo Monetario Internacional y contra las multinacionales que están desarrollando algunos países sudamericanos.
Razón por la que, en su documental sobre Hugo Chávez también aparecen los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y sus homólogos de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Paraguay, Fernando Lugo; Ecuador, Rafael Correa, y Cuba, Raúl Castro.
Un ejemplo, según explica el co-guionista de la historia, Tariq Ali, de que "el capitalismo está en crisis" y se necesite una "visión diferente del mundo, no necesariamente nueva", que podría estar en una recuperación de la época de la Europa de la socialdemocracia, que ahora se encuentra en Sudamérica.
Oliver Stone no se cortó un pelo el lunes, en la Mostra de Cine de Venecia, a la que acudió para presentar su última película ‘South of the border’, un documental sobre el presidente venezolano Hugo Chávez, que también acudió a la ciudad italiana para presenciar el evento.
“Vuestro rey debería callarse y escuchar más a Chávez”, indicó el director estadounidense a un periodista del diario El País, que se encontraba cubriendo el evento. Asimismo, Stone no dudó en añadir que “Aznar era muy malo y ayudó a planificar el golpe de Estado en Venezuela”.
Por otro lado, el realizador estadounidense también declaró en una entrevista conjunta a varios medios que Europa y el mundo en general necesitan “decenas de Hugo Chávez”, de dirigentes que cumplan lo que prometen. Porque si algo queda claro del discurso del realizador es que es un rendido admirador del venezolano y tanto en el documental que presentó como en persona no tiene más que palabras positivas y ninguna crítica.
De la falta de libertad de expresión que critican los medios de comunicación y la oposición venezolana asegura que no es cierto.
"Si vas a Venezuela, el 80 o casi el 90 por ciento de los medios están en contra de Chávez. Dicen cosas muy duras sobre él y lo permite, no castiga a esas personas y están aún ahí", mientras que, por ejemplo, en Estados Unidos "eso no pasaría".
Sobre los desencuentros de Chávez con otros países de la región, como Colombia, dice que se deben a su alejamiento de la visión unilateral del mundo dominado por Estados Unidos. Stone hace también hincapié en las críticas desmesuradas de los medios de comunicación, especialmente los estadounidenses, contra Chávez y el doble rasero que tienen con otros países sudamericanos.
"Si un solo sindicalista fuera asesinado en Venezuela, saldría en primera pagina del 'New York Times'" mientras que eso ocurre en Colombia muy a menudo y nadie dice nada, explicó.
Porque en la medida en que Stone admira a Chávez, muestra su rechazo al presidente colombiano, Álvaro Uribe, al que califica de "una de las fuerzas demoníacas en Latinoamérica" y todo porque "Colombia necesita a América".
Por ello, no contactó con Uribe para salir en el documental, aunque sí lo hizo con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, pero no fue posible su intervención.
El acercamiento a Estados Unidos es algo muy negativo para el director, quien asegura estar "preocupado por la política exterior" de su país, y el por qué Estados Unidos "tiene tantos enemigos".
"Algo está mal en mi país", dice Stone, que cita las guerras en Vietnam, en Irak o Afganistán, el hecho de que Sadam Husein fuera "un monstruo que nosotros creamos" o el acuerdo de colaboración militar pactado entre Estados Unidos y Colombia -país, que en su opinión podría convertirse en un nuevo Afganistán-.
"Guerra contra las drogas, contra el terrorismo, siempre guerras", señala el director, que agrega: "si hubieran tenido éxito en Irak me pregunto si Chávez estaría aquí".
Y frente a la política de su país, Stone admira la batalla contra el Fondo Monetario Internacional y contra las multinacionales que están desarrollando algunos países sudamericanos.
Razón por la que, en su documental sobre Hugo Chávez también aparecen los presidentes de Argentina, Cristina Fernández, y sus homólogos de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Paraguay, Fernando Lugo; Ecuador, Rafael Correa, y Cuba, Raúl Castro.
Un ejemplo, según explica el co-guionista de la historia, Tariq Ali, de que "el capitalismo está en crisis" y se necesite una "visión diferente del mundo, no necesariamente nueva", que podría estar en una recuperación de la época de la Europa de la socialdemocracia, que ahora se encuentra en Sudamérica.
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