No me queda otro remedio que decir lo mismo que a húngaros, ucranianos y los que vengan detrás:Ahí tenéis capitalismo.J.M. Álvarez | Para Kaos en la Red
Obreros de los astilleros polacos de Gdynia se manifestaron recientemente en Varsovia, protestando por la falta de actividad (me suena familiar) que amenaza con una reconversión, que pondría en la calle al 30% de la plantilla. Los trabajadores hicieron sonar sirenas, explotaron petardos (mucho ruido, pocas nueces) y acusaron al Gobierno de ser el responsable de la crisis que vive la industria naval polaca.
Pocos días después, sus colegas de Gdansk se concentraron (estarán hasta el domingo) delante de la residencia de descanso del primer ministro, (este sí que no tiene problemas: veranea en la localidad turística de Sopot), pues vislumbran un negro futuro, ya que el Gobierno tiene que devolver las ayudas públicas invertidas en los astilleros, porque la Unión Europea (UE) las considera ilegales. Devolver esos fondos podría suponer la práctica desaparición de la industria de construcción de buques en el país; por tanto, el régimen capitalista de Varsovia negocia un plan de reestructuración (más obreros a la calle: me sigue sonando familiar) con la UE.
Las movilizaciones han sido organizadas por el sindicato “obrero” Solidaridad, integrado, hasta la médula, en el corrupto régimen capitalista (capitalismo es sinónimo de corrupción), de la misma manera que CCOO y UGT lo están en España. Ese sindicato organizó en 1989, una colecta para apoyar a un conocido ladrón: el electricista Lech Walesa que no declaró a Hacienda el millón de dólares que la productora Warner le entregó para que concediera el permiso para realizar una película sobre su vida. En consecuencia el Fisco le embargó la mitad del sueldo, causa de la “acción solidaria” de Solidaridad (valga la redundancia). Hoy día, aquel “obrero” dice que las huelgas no son buenas, y vive, cómodamente, preparando su alma para subir al Reino de los cielos.
A la vista de los acontecimientos, no me queda más remedio que decirles a estas nuevas víctimas, lo mismo que les dije, en su momento, a húngaros, búlgaros ucranianos y los que vengan detrás: Polacos, ahí tenéis capitalismo.
0 Comentarios
DEJA UN COMENTARIO