La oligarquía mediática hondureña: cómplices y activistas de un golpe de estado :: YVKE Mundial

Conocer la estructura del poder mediático hondureño es saber también sobre los intereses que se manejan tras el golpe de estado ejecutado contra el Presidente Manuel Zelaya. Un puñado de familias son propietarias de la mayoría de los medios de comunicación de país, que al mismo tiempo amasaron sus fortunas utilizando la política y favorecidos por el estado.

Los medios han cumplido un importante papel en el golpe de estado contra Zelaya, habían preparado la matriz de opinión de que el legítimo mandatario pretendía perpetuarse en el poder, para esconder su terror ante la posibilidad de que una Asamblea Constituyente modificara una carta magna hecha la medida de la oligarquía y de sus alianzas para compartirse el poder.

Zelaya les lastimó sus planes y ellos empezaron el proceso de satanización, este 28 de junio, cuando se ejecutó la asonada militar, los grandes medios del pequeño grupo de familias poderosas se colocaron impunemente del lado de la dictadura, para ellos la ilegalidad era que Zelaya consultara al pueblo y eso merecía "una reprimenda ejemplar".

La oligarquía mediática hondureña está profundamente asociada con los grupos empresariales de toda Latinoamérica, son los mismos y se esconden tras sus comunes estructuras de conspiración y presión política. Por ejemplo, el señor José Rafael Ferrari, dueño de la cadena Televicentro, uno de los pocos medios que no ha cerrado la dictadura, es también: presidente de la Asociación de Medios de Comunicación de Honduras, presidente de la Asociación de Televisoras de Centroamérica y Panamá, Miembro de CEAL (Consejo de Empresarios de América Latina) y por si fuese poco también dueño del equipo de fútbol más popular del país y hasta dueño virtual del manejo de la selección nacional de fútbol de Honduras.

La Corporación Televicentro se formó en el año de 1987 con el fin de unir en una sola Empresa las tres cadenas de Televisión: Canal 5, Canales 3 y 7 y Telecadena 7 y 4, para ampliar la cobertura de los canales de televisión (repetidores): La Cumbre, San Pedro Sula (1963), Bañaderos en el Sur (1969), Santa Cruz de Yojoa (1970) Tela (1971) Santa Rosa de Copan en 1978. Es decir para concentrar y monopolizar los medios. Aún así Televicentro es una corporación que maneja varias señales.

El señor Ferrari es también dueño de la cadena radial Emisoras Unidas, y ha sido inclusive y ha integrado también varias Comisiones nombradas por el Poder Ejecutivo para tratar asuntos de Estado. Durante el gobierno de Carlos Flores Facussé, quien fue presidente entre 1997 y 2002, el periodista Nahum Valladares, ministro asesor, sin cartera, del gobierno, era el secretario de la Junta Directiva de la Asociación de Medios de Comunicación, quien pese a sus funciones en el gobierno seguía siendo el gerente general de Emisoras Unidas, la cadena de Ferrari.

En el año 2002, una nutrida delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa visitó a Honduras para entregar reconocimientos a Carlos Flores Facussé para premiarlo por "el buen papel del gobernante hondureño al permitir la libre emisión del pensamiento y opinión a través de los diferentes medios tomando en cuenta que también es propietario de un rotativo". En la ceremonia de entrega del reconocimiento al gobernante participó el abogado Edgardo Dumas Rodríguez, representante de Honduras ante la Sociedad Interamericana Prensa, quien fue ministro de Defensa hasta principios del año y es socio co-fundador del periódico del presidente, es decir de La Tribuna, uno de los medios que ha justificado el golpe de estado contra Zelaya.

Por cierto Edgardo Dumas Rodríguez ha sido uno de los más ferverosos defensores del golpe y el 26 de junio ya había amenazado al presidente Zelaya, citamos el reporte del diario La Prensa de Honduras en su edición electrónica de ese día: La situación del presidente Manuel Zelaya Rosales es delicadísima, y su futuro está en manos del Congreso Nacional, expresó el abogado Edgardo Dumas Rodríguez...“No quisiera estar en los pantalones de él, le faltan cien días de Gobierno y está en una situación de peligrosidad. Pueden pasar muchas cosas, una de las principales posibilidades es que puede ser sustituido por el presidente del Congreso Nacional y no le quedaría nada que hacer más que convocar a turbas como lo hizo ayer al llevar a manifestantes a la Fuerza Aérea. Su futuro está en manos del CN”, reafirmó el ex ministro de defensa de Honduras.

Ese mismo año, luego de ser premiado por la SIP, Carlos Flores emprendió un libelo contra un grupo de periodistasque habían denunciado los atropellos de sus patronos y dueños de medios de comunicación que habían denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos los atropellos contra sus derechos y contra la libertad de expresión. Flores calificó al grupo de dignos comunicadores como: "La Docena Maldita del Periodismo"

Si seguimos indagando entre los amos de los medios de Honduras podemos mencionar también a Jorge Canahuati, presidente del Consejo de Administración del Diario El Heraldo y principal propietario de este medio y del periódico La Prensa, tiene negocios con el Estado como proveedor de medicinas para los hospitales públicos e intermediario en la venta de armas para la policía.

Canahuati es parte de una familia de poderosos empresarios propietarios del laboratorio Finlay —uno de los más importantes de la industria farmacéutica hondureña—, la Corporación Industrial del Norte (Corinsa) —dueña de la embotelladora Sula y la franquicia de bebidas Pepsi Cola, Aguazul —la planta de comercialización de agua potable más grande de Honduras y tiene los derechos de las cadenas estadounidenses de comida rápida Pizza Hut y Kentucky.

Sus dos diarios, El Heraldo y La Prensa, concentran el 80 por ciento de la circulación de periódicos en Honduras. Vale destacar que estos dos diarios que no han disimuladdo su simpatía por la dictadura de Micheletti son además, junto con el diario Tribuna, miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa.

Canahuati es para más señas el presidente de la Comisión Internacional de la Sociedad Interamericana de Prensa.

Todos los magnates de medios mencionados son también parte del Consejo de la Empresa Privada de Honduras, todos presuntos adalides de la libertad de expresión a través de la SIP, que hoy ocultan el cierre y asalto militar de los medios opuestos a la dictadura, que llaman turbas a quienes manifiestan en las calles de Honduras, quienes son cómplices de una asonada militar que tiene el sello de Pinochet y de las esvásticas entre ceja y ceja.

Como colofón, la página de la Sociedad Interamericana de Prensa no dice una sola palabra sobre la libertad de expresión en Honduras.

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