Telesur
Destejiendo la telaraña:
Se descubrió la identidad de Achá Melgar, uno de los principales inversores de células ilegales y asesinas. Marcelo Sosa, fiscal boliviano y responsable de las investigaciones en torno a la banda terrorista, fue el que resolvió el caso.
La Fiscalía boliviana identificó el jueves pasado a Hugo Achá Melgar como principal inversor de la célula terrorista desarticulada el pasado 16 de abril en Santa Cruz, organización que, entre otros delitos, preparaba el magnicidio contra el presidente Evo Morales.
Hugo Achá Melgar era descrito por otros medios de comunicación como el representante en Bolivia de la ONG estadounidense Fundación Human Rights (FHR).
La FHR es una organización neoyorquina conocida por sus actividades injerencistas y sus vínculos con la CIA (Central de Inteligencia Norteamericana, cuyo Secretario General es el terrorista de origen cubano Armando Valladares.
El fiscal y director de las investigaciones, Marcelo Sosa, fue quien identificó a Achá Melgar, alias "Súperman", junto a Alejandro Melgar, "El Lucas", como integrantes y financiadores de los planes terroristas.
Achá Melgar, habló desde Estados Unidos a un medio televisivo de La Paz, en el que negó las denuncias que se le imputan pero reconoció su unión con el jefe de la banda asesina, el húngaro-boliviano Eduardo Rózsa Flores, en "cuatro o cinco" ocasiones.
El grupo terrorista de Rózsa Flores fue desmontada en un operativo policial en Santa Cruz, donde tres de sus miembros murieron en el enfrentamiento, entre ellos Rózsa Flores, en tanto los dos restantes están detenidos en una cárcel de La Paz.
Días después las autoridades de ese país capturaron a dos cómplices miembros de la organización Unión Juvenil Cruceñista, que le suministró armamento al grupo de terror.
Contactos neonazis de Rózsa Flores
Eduardo Rózsa Flores, nacido en Bolivia, quien tenía relación con el partido neonazi de extrema derecha Jobbik, era el jefe de la banda que planificaba ultimar al mandatario Morales.
El portal digital Hungarian Spectrum, asegura que Rózsa Flores se unió a comienzos de los 90 al Ejército de Croacia, participó en varios combates y fue herido en tres oportunidades. Fue sospechoso de tráfico de drogas y armas.
Estando en Bolivia, Rózsa, mantuvo contacto con Jorge Mones Ruiz, capo de UnoAmérica, fundación fascista asociada a la CIA.
Uno de los detenidos del complot de Santa Cruz, Juan Carlos Gueder, presuntamente ya habrpia confesado haberse reunido con Rózsa-Flores y denunció a Achá que, dijo, también debera "dar la cara".
El cómplice de Achá, Alejandro "Lucas" Melgar, se encuentra en Uruguay, según su familia.
La Fiscalía deduce que fue Melgar quien contrató al conductor del vehículo con el que Rózsa se desplazó para colocar los explosivos en las cercanías de la casa del Cardenal Julio Terrazas.
El pasado jueves compareció en el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Penal, un testigo calificado de clave por la Fiscalía, quien presentó un video en el que Rózsa-Flores hablaba de sus planes asesinos contra la vida del presidente Evo Morales.
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