Olga R. Sanmartín | Madrid
El Gobierno va a dar más dinero a las ONG para que puedan desarrollar sus programas de ayuda a los inmigrantes que quieren volver a su país y no tienen medios económicos para hacerlo. Actualmente hay más de 4.000 extranjeros en lista de espera para recibir estas subvenciones, que consisten, fundamentalmente, en dinero de bolsillo y un billete de ida en avión.
El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, explica que «el Gobierno es consciente» de que los programas de ayuda social al retorno pueden «acabar necesitando más recursos» de los que inicialmente se previeron. «Probablemente tendremos que acompañarlos con más medios económicos», añade.
Actualmente, el Gobierno tiene un presupuesto de 5.220.000 euros anuales para estos planes, pero la caja se está agotando.
«Si mantenemos la cantidad inamovible, tendremos que acotar el ritmo de ayudas», vaticina el ministro, que quiere evitar que se formen «bolsas de peticiones de viajes» y caer así en «la contradicción» de «dar instrumentos para facilitar el retorno y que la gente quisiera irse y no pudiera».
Corbacho no ha decidido aún en qué cantidad se incrementará este fondo, pero ya ha hablado del asunto con María Teresa Fernández de la Vega, en el marco de la comisión delegada para asuntos de inmigración, y la vicepresidenta primera del Gobierno le ha dado el visto bueno.
Por eso, adelantó que, por un lado, la Secretaría de Estado de Inmigración, dependiente de Trabajo, se va a poner a trabajar a lo largo del próximo mes en hacer una previsión de lo que se necesita de cara a solicitar una ampliación presupuestaria.
Por otro lado, y «de forma paralela», se van a seguir concediendo esas ayudas sociales con el fin de «que las peticiones no queden paralizadas».
Corbacho puntualizó que el incremento de las dotaciones para esta partida se haría de forma inmediata, sin necesidad de pasar por el Consejo de Ministros.
Para atender casos de vulnerabilidad, entidades como la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), la Cruz Roja, la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem), Cáritas o el Movimiento por la Paz, el Desarme y la Libertad (MPDL) apoyan a inmigrantes en riesgo de exclusión social con una pequeña cantidad para los gastos de viaje –en torno a 50 euros-, un billete de avión y, en ocasiones, un dinero para ayudarles a establecerse en el país de origen.
Estas iniciativas se complementan con el Plan de Retorno Voluntario aprobado por el Gobierno el año pasado, que permite capitalizar el paro a los ciudadanos extracomunitarios de algunos países a cambio de comprometerse a no volver a España durante un tiempo. Por este sistema han regresado desde el pasado mes de noviembre un total de 4.000 personas, según cifras facilitadas por Corbacho.
El ministro está poniendo en marcha un paquete de medidas para facilitar el regreso de los rumanos, consistente en dejarles seguir cobrando el paro en su país, darles ayudas económicas para el viaje y facilitarles la búsqueda de empleo.
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