Una multinacional americana es denunciada como culpable del brote de la gripe porcina

El pasado 20 de marzo, cuando todavía no se había descubierto la existencia de esta mutación del virus de la gripe porcina, Bertha Crisóstomo, agente municipal de La Gloria,  poblado del municipio de Perote  Veracruz, solicitó apoyo a la Secretaría de Salud de México por un brote de infecciones respiratorias que afectaba a 60 por ciento de los 3 mil habitantes del poblado, unas 1.600 personas. También en un reportaje publicado por Milenio antes de que se conociera el origen del brote, se describía como muchas familias habían sido víctimas frecuente de enfermedades gastrointestinales y de las vías respiratorias, típicos síntomas de la gripe.

José Luis Martínez, un residente de La Gloria, de 34 años, dijo que supo de qué se trataba en cuanto se enteró de la gripe porcina por las noticias y sus síntomas: fiebre, tos, dolor en las articulaciones, jaquecas intensas y, en algunos casos, vómitos y diarrea. "Cuando lo vimos por televisión, nos dijimos Esto es lo que tenemos"", dijo el lunes.

A estas sospechas populares se ha sumado una consultora estadounidense dedicada a biovigilancia, Veratect Corporation, la cual ha identificado el inicio del brote del nuevo virus de influenza en una comunidad de Perote.

Es en Perote, una localidad del estado de Veracruz, donde se encuentra Granjas Carroll, una multinacional que pertenece en un 50% a Smithfield Foods, Inc., con sede en Virginia EEUU. No opera dentro de EEUU porque fue sancionada por la contaminación que provocaron sus criaderos de cerdos. Granjas Carroll de México, S de RL de CV,  inició sus operaciones en Perote en 1994 y anualmente produce alrededor de ochocientas mil

Instalaciones de Granjas Carroll en Perote

cabezas, lo que la sitúa como una de las tres principales productoras de cerdo en la República Mexicana.

En un informe de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados del Congreso de México se describe una serie de anomalías de la empresa porcina, entre las que destacan las siguientes: 1. Las áreas de eliminación de desechos, no están lo suficientemente alejadas de las fuentes de agua. 2. El agua se extrae indiscriminadamente de los pozos para lavar los residuos. 3. Las lagunas de tratamiento no cuentan adecuadamente con geomembranas, filtros y fosas de tratamiento biológico. 4. El aire de la localidad presenta un aumento de amoniaco y otras sustancias debido a que las lagunas de oxidación son mal llevadas. 6. Los suelos están totalmente erosionados. 7. Los olores fétidos ponen en entredicho la calidad del aire. 8. El consumo del agua en las granjas mayor que el de todas las poblaciones de la región.

La situación de contaminación ambiental provocada por las granjas y el consiguiente problema para la salud humana fue denunciada por un grupo de ecologistas. En enero de 2007, diferentes vecinos de Perote se manifestaron contra la contaminación ocasionada en el Valle de esta localidad por la empresa Granjas Carroll México S.A. El ocho de abril de 2008, miembros de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) detuvieron al campesino Guadalupe Serrano Gaspar en cumplimiento de una orden judicial por el presunto delito de ataques a las vías generales de comunicación durante las manifestaciones contra la contaminación de Granjas Carroll. Después de prestar fianza por importe de 8.500 pesos, pudo recuperar su libertad, pero a un año de su encarcelamiento el proceso penal sigue abierto en el jugado primero de distrito con sede en Puebla. Los directivos de esta empresa también han presentado denuncias penales contra los ciudadanos que se han manifestado para defender el medio ambiente, como es el caso de Verónica Hernández Argüello, Bertha Crisóstomo y Margarita Hernández Burgos.

Además, estos cinco ciudadanos están denunciados por un delito de difamación contra la empresa. Margarita Hernández Burgos declaró: “Protestar porque nos están envenenando es temer siempre de que nos vaya a suceder algo; aquí Granjas Carroll es la que manda, aun sobre las autoridades”. Uno de los ambientalistas recordó que en 2008, cuando se abrió un nuevo proceso en su contra por difamación ante la agencia del Ministerio Público de Perote, el encargado de la oficina les recomendó: “No se metan con empresas que manejan dólares, ustedes están muy pobres para poder con ellos”.

Los activistas han denunciado el desastre ecológico causado por las lagunas de oxidación donde se vierten excrementos y residuos químicos a cielo abierto y sin membranas ecológicas que impidan la filtración de líquidos a los mantos freáticos. En estas balsas se reproducen nubes de moscas que facilitan la transmisión de agentes patógenos. Al parecer, esa contaminación habría sido la causante de un brote de infecciones respiratorias ocurrido recientemente en La Gloria, cuando muchos habitantes enfermaron de neumonía. Tan sólo en este poblado de la Gloria, las brigadas de salud atendieron más de 400 consultas por enfermedades respiratorias del 23 al 27 de marzo pasado.

La Secretaría de Salud de Veracruz que negó anteriormente la existencia de casos de de influenza en esa comunidad, reconoció este domingo que, al menos, le constaban dos casos positivos, uno de tipo B, la infección estacional, y el segundo, del niño Édgar Hernández Hernández, con la cepa H1N1, de fiebre porcina.

La empresa ha desmentido que el brote tenga nada que ver con sus instalaciones y ha publicado que no cuenta con registro de brotes de influenza porcina en ninguno de sus 907 trabajadores,  ni en sus más de 500.000 cerdos en desarrollo en los estados de Veracruz y Puebla.

Independientemente de la directa responsabilidad de la granja denunciada, es evidente que las condiciones insalubres de las explotaciones ganaderas en países en vías de desarrollo han sido en gran medida causantes de las mutaciones de los virus de las gripes aviar y porcina y su posterior contagio a los humanos. Trasladar este tipo de instalaciones contaminantes a un estado con menos exigencias medioambientales se ha demostrado que no es ninguna solución. Como podemos comprobar, la ecología y la salud humana no conoce de fronteras. Permitir condiciones insalubres de trabajo en cualquier parte del globo acaba afectándonos a todos nosotros, aun cuando siempre los más damnificados son los más débiles, tanto sean  física como económicamente.

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