Argentina no deja de generar malas noticias. Su presidente, Mauricio Macri, ya ha advertido que económicamente el país va a tener un año muy duro y que va a pasar por una transición muy dolorosa.
Recientemente se ha producido la cuarta subida del precio de los combustibles desde que llegara al poder. En total han subido un 31 por ciento acumulado desde diciembre, cuando Macri juró su cargo como presidente. Este último incremento podría presionar aún más sobre la inflación (30% interanual), por ser un valor de referencia.
También ha habido un alza importante en el precio del gas, la luz y el transporte público. Desde que Macri llegó al poder, los argentinos han podido ver cómo las políticas neoliberales del actual gobierno les han afectado directamente.
Es el caso de la ley de despidos, que de momento ha retrasado el Senado su aplicación. A pesar de esto, casi la mitad de los ciudadanos teme perder su empleo, según un sondeo.
Javier Arias Borque, periodista, defiende que “Argentina debe debatir un programa de desarrollo económico para facilitar financiación a sus pymes, ayudar a las exportaciones y reducir los costes logísticos de las empresas.”
Alejandro Vieyra, periodista y corresponsal del canal de noticias TN, advierte de que “hacer responsable a quien gobernó doce años no significa defender las políticas liberales de Macri. En cinco meses no se le puede hacer responsable de todo.” José Luis Torremocha, periodista y analista internacional, destaca que “forma parte de lo liberal eliminar a los funcionarios del Estado y las mentiras de que habían contratado kitchneristas y que no hacían un trabajo determinado.”
Jorge Fonseca, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid, proclama que “no existe ningún presidente que haya provocado tanta devastación.
En tres meses provocó un millón cuatrocientos mil nuevos pobres. Ahora culpa al gobierno anterior.”
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