Repsol hace el ridículo en su rueda de prensa y dice que los recursos naturales pueden corresponder a quien los descubre y no a los pueblos soberanos

El presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, asegura que la petrolera española "tomará todas las medidas legales a su alcance" contra el Gobierno argentino por la expropiación de un 51% de YPF, y cuestiona que los hallazgos hechos por la compañía puedan ser nacionalizados por el estado argentino...

Agencias/Kaosenlared

En una presentación de actividad de YPF, Repsol calcula que el valor de YPF es de 18.300 millones de dólares (unos 14.000 millones de euros), o de 46,55 dólares por acción, mientras que el de la participación del 57% de la española en la argentina asciende a 10.500 millones de dólares (unos 8.000 millones de euros). "Todos los Estados tiene derecho a expropiar, pero a pagar también el precio justo", afirmó Brufau.

El presidente de Repsol, Antoni Bufrau, lo ha dejado claro: "en Vaca Muerta es donde está el origen de nuestros problemas". Se trata de un yacimiento gigante de hidrocarburos no comvencionales descubierto el año pasado en el suroeste de Argentina por YPF.

Bufrau apunta que Vaca Muerta "marca un antes y un después" y que aporta 13.700 millones de dólares de valor añadido a la empresa. Este diamante en bruto es la clave de la intervención de la petrolera y la expropiación de YPF.

Tras el anuncio de un descubrimiento que calificó como el mayor de petróleo de su historia, Repsol explicó que los 927 millones de barriles equivalentes técnicamente recuperables hallados en Vaca Muerta representan un volumen similar a las reservas probadas de YPF.

Para Argentina, su potencial constituye una verdadera tabla de salvación ante la caída en la producción y las reservas y un déficit creciente en la balanza energética, que el año pasado ascendió a 3.000 millones de dólares.

La auditora Ryder Scott calcula que los recursos y las reservas en Vaca Muerta, en un área ya estudiada de unos 8.071 kilómetros cuadrados, ascienden a 22.807 millones de barriles equivalentes. Pero su potencial es mayor porque se extiende sobre una superficie total de 30.000 kilómetros cuadrados, de la que YPF tiene derechos sobre unos 12.000 kilómetros cuadrados.

Según estimaciones del sector, si resultara exitosa la exploración en la extensión total de Vaca Muerta, en 10 años Argentina podría duplicar la capacidad de producción de hidrocarburos, con un esfuerzo inversor de 25.000 millones de dólares por año.

YPF tenía abiertas negociaciones con una quincena de grandes multinacionales del sector, entre ellas la estadounidense Exxon, sobre acuerdos de asociación para explotar no convencionales en Vaca Muerta.

Es obvio que este descubrimiento es de interés nacional para el desarrollo de la economía argentina, independientemente de quien lo haya hecho, y es, por sí mismo, razón suficiente para que el estado argentino expropie YPF y lo ponga al servicio de la economía argentina. Eso parece que hasta el señor Bufrau lo ha comprendido (no había que ser muy listo, claro), pero lo curioso del asunto ha venido cuando el Presidente de Repsol ha cuestionado los derechos que el estado argentino pueda tener sobre este yacimiento petrolero. Según Bufrau, que haya sido Repsol quien haya llevado a cabo el descubrimiento de tal yacimiento petrolero, pone en duda que el estado argentino pueda apoderarse del mismo y dejar a Repsol sin derechos de explotación sobre él. Es la nueva lógica imperialista: ya no hay estados, ya no hay leyes nacionales, ya no ha pueblos, ya no hay fronteras soberanas, ahora solo hay derecho de explotación. Si yo lo descubro, es mío, y si está en tu territorio, te aguantas y miras como me forro a costa de tus tierras. De ridículo total.

Por este motivo, Repsol exigirá en los tribunales un "resarcimiento por daños y perjuicios", y presentará demandas que van de lo contencioso administrativo a reclamaciones ante los mercados de valores y los tribunales internacionales de arbitraje. "Esta no es la Argentina querida, que merece más cosas", afirmó el presidente de la petrolera, quien consideró que "un país debe legislar a partir de la realidad, y no de lo que le gustaría ver". Brufau expresó además su "respeto" por "la sociedad y el pueblo" argentinos y dijo sentir "orgullo" por la forma en que Repsol YPF ha "unido culturas".

Brufau aseguró que la nacionalización "no va a quedar impune" y consideró además previsible que "otros accionistas" de YPF tomen medidas legales contra el Ejecutivo argentino y señaló que a partir de ahora la compañía española dispone de un "amplio abanico" de medidas jurídicas. "No está justificada la medida desde el punto de vista de la utilidad pública y resulta inadmisible tachar la política de YPF de cortoplacista y reductora de reservas", afirmó, antes de señalar que la motivación podría ser las "ganas de bronca" debido al origen español de Repsol.

Como se ve, que Argentina le haya quitado a Repsol lo que antes Repsol le había robado a Argentina, y más cuando ahora se conocer que Argentina es el tercer país en recursos no convencionales por explotar, no les ha sentado nada bien. Pues, qué vamos a decir, ajo y agua, que se dice en los pueblos del estado español...

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