"Los elefantes no olvidan"


Un pequeño elefante vio cómo unos cazadores abatían a tiros a su madre. Ese joven paquidermo «hoy ha crecido y no acepta a ningún hombre blanco». De hecho «los elefantes no olvidan y ya ha tenido algún altercado con los turistas que visitan sus tierras», cuenta Myriam Angón, portavoz de 'Feeling Africa', una empresa española de turismo que trabaja en Botsuana y que afirma que, debido a su magestuosa memoria, la caza de elefantes, que puede costar hasta 40.000 euros, es una actividad que también puede salir cara a la economía del país.

«Los animales que han tenido encontronazos con cazadores se acuerdan de estos percances y comienzan a atacar a los turistas, el principal ingreso del país», explica Angón, quien asegura que este tipo de safaris, como en el que participaba el Rey Juan Carlos el pasado sábado cuando sufrió la fractura de cadera, están muy solicitados por los españoles, entre los que apunta «otras figuras de renombre como algunos toreros». Aunque matiza que «la nuestra es una agencia conservacionista, estas actividades no las organizaría aunque me muriera de hambre».

SAFARIS SIN BALAS

Pero el turismo en Botsuana no es sólo sinónimo de rifle. El país cuenta con la reserva más grande de elefantes del mundo en las orillas del río Chobe, donde habitan alrededor de 60.000 paquidermos. Y, para visitarlos, nada mejor que un safari fotográfico que se puede realizar o bien en 4x4 o bien a caballo. «También se puede sobrevolar el Delta del Okavango, un curso fluvial que no acaba en el mar. Ver cruzar a los elefantes este delta desde el aire es alucinante», reconoce la portavoz de 'Feeling Africa'.

Y todo en un país, de poco más de 2 millones de habitantes, que ha volcado su economía en el turismo. «No se necesita solicitar visado con antelación y tampoco hay que vacunarse de nada para entrar, por lo que es muy accesible», explica Angón.

Por otro lado, para entrar en las reservas, que ocupan la cuarta parte del país, cada visitante debe de abonar un precio y la afluencia está muy controlada para que la vida salvaje no se vea afectada. Así, «si quieres viajar a Botsuana es necesario que reserves con un año de antelación», recomienda Angón, quien apuesta por un turismo ordenado y sin escopetas.

Fuente: Qué.es

Publicar un comentario

0 Comentarios