La necesidad de transformar el simple movimiento ciudadano en movimiento revolucionario

Últimamente he estado escuchando a muchas personas descontentas con el movimiento comentar que las acampadas dan una mala imagen, que nos estamos ideologizando, que tenemos que consensuar unos mínimos para hacerlos llegar al parlamento o que estamos imponiendo una doctina en la asamblea, y que las asambleas se están convirtiendo en simples espectáculos para hacer creer a los asistentes que toman sus decisiones o que participan cuando en realidad una especie de mano negra dirige todo el tinglado.

Las acampadas corren el riesgo de quedarse precisamente en eso, en una anécdota de acampados hippies en medio de cada ciudad. Por eso veo la necesidad de una buena organización. Las asambleas tienen que extenderse a lo largo y ancho de todo el estado. Hacer una red confederal de asambleas, y que se tomen decisiones a nivel local, provincial y estatal y espero que hasta a nivel internacional en no muy poco tiempo. Por eso tenemos que legitimar el poder asambleario e ilegitimar el poder institucional, por ejemplo en los barrios donde se puedan extender las asambleas, además de organizarnos y prepararnos, debemos hacer acciones concretas y sencillas, para que la gente común vea que los asamblearios si se mueven y no solo prometen como sí lo hacen los actuales políticos.

El quid de la cuestión se basa en crear un contra-poder que haga de contrapeso al poder oficial y los ciudadanos veran con hechos y no con palabrería cual es el poder real, el de las personas o el de las instituciones. Pero para llegar a esta situación es necesario extendernos sobre todo en los centros de trabajo, las asambleas tienen que nacer como setas en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Por ejemplo en las empresas, los trabajadores se deben organizar en asambleas y comités y tomar sus propias decisiones. En un principio serían simples organizaciones laborales, pero llegado el momento sustituirían a la directiva de la empresa por una organización horizontal y asamblearia.

Pero ¿cuándo llegará ese momento en el que poder del pueblo sustituirá al poder del capital? pues bien a mi parecer sería necesario organizar una huelga general a nivel estatal en la que los trabajadores cogen el poder en sus empresas y les comunicán a sus jefes que su autoridad allí ya no sirve. Por lo tanto se debería convocar una multitudinaria manifestación en todas las ciudades y en todos los pueblos donde haya asambleas. Sería por lo tanto coger el poder de las instituciones y traspasarlos al poder asambleario. En definitiva se basaría en la toma del palacio de invierno. Una revolución más simbólica que real, porque el poder estaría desde hace ya varios meses o años en las asambleas.

En cuanto a levantar las acampadas en mi opinión creo que no tiene que quedar ninguna duda de que hasta que no haya unas bases y una estructura fija del movimiento asambleario para que pueda perdurar, no veo la necesidad de levantarlas, porque ha donde llevaríamos toda la infraestructura de la acampada, por decir un ejemplo. Por otro lado si no se mantiene la presión en las calles, la fuerza del movimiento decaerá muchísimo y se podría quedar en una mera anécdota.

Está claro que las acampadas pueden dar una mala imagen a la ciudadanía de que allí solo nos reunimos unos cuantos ilusos que no superamos la edad de lo treinta años, pero esa sensación era la esperada, porque los medios de desinformación existen para eso precisamente, para manipular y criminalizar.
Fuente: KAOSENLARED.NET --

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