Rajoy optó por el 'no' pese a la presión de varios banqueros ·


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Hubo debate interno y dudas entre la abstención y el no casi hasta el final, pero en el último momento, entre el mensaje de estabilidad frente a mercados y socios europeos y la conexión con su electorado, Mariano Rajoy optó por lo segundo. El líder del PP lo dejó clarísimo en el debate. "Este decreto ley simboliza el fracaso de toda su política y no solo la económica, y desde luego, mi grupo parlamentario no va a contribuir con su voto a que el principal problema de la economía española, usted, siga ahí. Si otros lo hacen será su responsabilidad".

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Rajoy se guardó la decisión hasta el miércoles. Hasta el último minuto, según confirman diversas fuentes de la dirección, recibió todo tipo de presiones de banqueros y empresarios. Le pedían que al menos se abstuviese, lo que garantizaba la aprobación. Que no votase en contra y pusiese en peligro un recorte apoyado por la Unión Europea, el FMI, la OCDE y hasta EE UU, y pensado sobre todo para aliviar la presión de los mercados sobre España.

Rajoy dudó, según su entorno, pero tomó la decisión de votar no al estar casi seguro de que el recorte saldría adelante gracias a la abstención de CiU. De hecho, algunos dirigentes creen que si hubiera estado en riesgo la aprobación, el PP habría cambiado el voto.

Lo que sí es una decisión estratégica de Rajoy y su equipo es lanzarse sin freno al cuello de Zapatero como si las elecciones estuviesen a la vuelta de la esquina, presionen o no los empresarios o los socios europeos. "Ni los empresarios ni Sarkozy se presentan a las elecciones en España. Nosotros tenemos que ganarlas. Ese es nuestro trabajo", resume un dirigente.

Rajoy, muy crecido ayer ante la debilidad del Gobierno, estaba molestísimo porque tenía preparada una réplica para responder a Zapatero. Estaba convencido de que el presidente subiría a la tribuna. No lo hizo, y Rajoy se quedó sin réplica y sin la mitad del discurso. Al líder del PP también le molestó no poder replicar a Josep Antoni Duran, que hizo lo contrario que el PP: pidió elecciones anticipadas en 2011 pero permitió que el decreto saliera adelante "por responsabilidad".

El líder del PP evita pedir elecciones. Dicen en su entorno que lo hará cuando acabe la presidencia española de la UE. Pero muchos dirigentes de su confianza sí lo hacen. Ayer fue Alberto Núñez Feijóo, informa José Precedo: "Lo razonable cuando uno no puede servir a su país es cuestionarse muy seriamente si debe consultar a su país y a eso se le llama hacer unas elecciones".

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