Cuando el PIB de un país se calcula desde el espacio

- elConfidencial.com

Sólo de noche, ciertos animales e insectos salen de su escondite. Lo mismo hace el Producto Interior Bruto de algunos países, los más pobres, donde este indicador resulta casi imposible de medir con métodos tradicionales. Según el reportaje firmado por Jim Giles en la revista NewScientist, la vista nocturna que ofrecen algunos satélites desde el espacio ayuda a comprender el desarrollo de las economías más emergentes.

Como si de indicios de vida se tratara, la luz artificial se emite hacia el espacio indicando que en esas regiones tan brillantes algo pasa; o sentenciando que donde no hay luz no sucede nada de nada. La contaminación lumínica no se difiere demasiado de la contaminación de siempre: sin fábricas no hay trabajo ni progreso económico; y polígonos de noche son sinónimo de luz.

Según explica Giles, resulta de imperiosa necesidad conseguir un método que ayude a determinar el PIB de los países más pobres, donde los números que manejan los gobiernos es muy deficiente, al provenir de sectores informales de la economía o mercados negros. En algunos países, como Liberia, la información de sistemas económicos es tan insignificante que los indicadores son inexistentes.

La vista espacial nocturna puede ayudar a apreciar cómo, a lo largo de los últimos años, hay regiones donde surgen carreteras y zonas residenciales; un crecimiento que se evidencia en la noche, cuando todos esos ‘progresos’ se encienden. El estudio, procedente de la Universidad Brown de Providence, ha analizado las imágenes captados por los satélites durante once años y han desarrollado un sistema que determina el PIB de un país a partir de la contaminación lumínica.

En la República Democrática del Congo, por ejemplo, los organismos económicos mundiales sentenciaron que el PIB del país había descendido un 2,6% entre 1992 y 2003, pero los cálculos realizados en la Universidad Brown apuntan a un crecimiento del 2,4% en ese periodo; esto implicaría problemas en el método elegido para calcular el PIB, no en la economía de la RDC en sí.

Estas conclusiones podrían llegar a demostrarse combinando los métodos tradicionales para obtener el indicador con la evolución de la contaminación lumínica emitida por un país en ese mismo periodo, pero todavía es necesario comprender el enlace real entre la actividad económica y la intensidad lumínica. Aún con todo ello, ya es más que evidente que en las zonas más pobres existe una desproporción entre la contaminación lumínica y la densidad de población (ver mapa) en comparación con los países ricos.

Diferencias evidentes

Resulta muy revelador de cara a estas hipótesis cómo la costa mediterránea y el oeste europeo se muestran completamente iluminados, casi por completo, mientras que zonas centro africanas, con un índice de densidad de población muy similar grueso de la meseta europea (en según qué zonas) no reflejan apenas focos de luz. Llama la atención en la imagen derecha cómo lucen las orillas del río Nilo, tanto como las cosas tel mediterráneo, mientras que al sur del río, en Sudán, Ethiopía o Kenya, la densidad de población es muy alta y no se ve traducido en contaminación lumínica. Puede que sea cierto que en unos años, estas zonas irradien cada vez más luz aunque sus indicadores económicos no reflejen grandes mejoras.


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